miércoles

Se me ha agotado la paciencia,

y es que ya sabía yo que no era eterna.

Ya me duelen los oídos de tanto escucharte.

¡Para ya! ¡Deja de hablar de tí! ¿No te das cuenta de que necesito contartelo ? Dejame llorar en tu hombro.

¡ CALLATE YA ! Deja de contarme cosas que no nos interesan ni a mí, ni a nadie y prestame dos minutos de tu tan "valioso" tiempo, hazme feliz.

(...)

Porfín, un poco de silencio. Cojo aire y preparo mis palabras, pero tú solo eres capaz de darme dos segundos de atención. Llevabas demasiado tiempo en silencio, ¿no?.

Pues que no se te ponga cara de subnormal cuando me levante y me vaya de aquí, porque ya estoy harta.

¿ Qué pasa ? ¿ Nadie tiene oidos para MIS penas ?

No hay comentarios:

Publicar un comentario